¡Oh, ángel de mi alma!
mi corazón hoy llora por tí
llora por el anhelo de sentirte más cerca de mí.
Porque tu eres como el velero que navega por aguas diáfanas,
y yo como el náufrago que espera tu llegada,
una llegada que nos transporta
a los lugares mas remotos del universo,
donde solo nuestro amor es capaz de perdurar.
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¡Musa de mi vida!
¿Por qué te alejas de mi?
¿Por qué te alejas de este sublime cariño?
No exilies a mi espíritu de tu embelesante cuerpo...
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Mis noches se hacen largas cuando medito,
y me doy cuenta que tú no estás a mi lado.
Mi delirante amor por tí,
hace que tu rostro se figure en el relajante claro de luna
que atraviesa el cristal de mi ventana,
y que me hace suscitar en entusiasmo.
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¡Amor de mi vida!
Tan solo basta decir, que un segundo contigo
sería suficiente para cambiar el mundo;
porque de tu ser emana la más pura felicidad
que conjugada con mi dulce amor,
crearíamos el paraíso terrenal.
Lorenzo Ernesto Paz