viernes, 23 de mayo de 2008

Ensayo: Los Sentimientos

Los Sentimientos
* Por Dora Elizabeth Paz
Uno de los problemas que yo he encontrado después de haberme analizado, es ¿cómo reconocer los sentimientos?.
Pero para llegar a una solución creo que lo correcto es, primero, responder algunas preguntas con respecto a los sentimientos para dejar en claro mi concepción de estos.
Algunas de esas preguntas son: ¿Qué son? ¿De dónde vienen? ¿Realmente son inmutables o son cambiantes? ¿Dominan la razón o son dominados por la razón? ¿Por qué y para qué sentimos? ¿Por qué a veces nos duele sentir?, y la más importante de las preguntas, pues en ella se centra el problema que yo elegí; ¿por qué los sentimientos son tan confusos y tan difíciles de reconocer?

Es muy difícil dar respuesta todas estas interrogantes, pero luego de haberme analizado he llegado a diferentes conclusiones.
En primer lugar, los sentimientos son la manifestación de las consecuencias de la actitud de las personas hacia nosotros, pues nosotros damos lo que recibimos, y si sólo recibimos sentimientos de amargura también nosotros entregaremos sentimientos de amargura, en cambio si recibimos sentimientos felices también nosotros daremos sentimientos felices. Aunque creo que los sentimientos son algo que está en nuestro interior desde que nacemos y a medida que vamos creciendo estos se van desarrollando y se van fortaleciendo, por eso es muy importante el ambiente en que nos criamos, es de gran importancia que en nuestra infancia se fortalezcan los sentimientos de amor y bondad porque estos serán la base de nuestra vida y se mantendrán perennes en nuestras vidas llenándonos de felicidad, por tanto creo que los sentimientos buenos debemos llevarlos con nosotros siempre para poder brindárselos a los demás y que los demás nos lo regresen a nosotros.

Durante el desarrollo de mi trabajo me hice la interrogante de si los sentimientos cambian o se mantienen iguales todo el tiempo, porque a veces, un día o un momento podemos sentir de una forma y otro día u otro momento sentir totalmente diferente, tal es el caso de los amigos los cuales no los conocemos y al otro momento los queremos mucho y sentimos que podemos confiar plenamente en ellos, o quizás podemos querer mucho alguien y al otro momento desear jamás haber conocido a esa persona, por eso me parece que los sentimientos cambian en un segundo como si fueran una llama la cual se puede avivar o apagar con una simple corriente de aire. Sin embargo después de analizarme a fondo creo que los sentimientos se mantienen iguales desde el primer momento en que entramos en contacto con quien nos provoca determinado sentimiento, y que la única razón por la creemos que cambian es porque a veces consciente o inconscientemente tratamos de reprimirlos hasta que llega un momento en que ya no podemos o no queremos seguir reprimiéndolos y es hasta ese momento cuando realmente los aceptamos y dejamos que se muestren en su máxima expresión. Otra cosa muy importante es que no nos damos cuenta de ellos hasta que están plenamente desarrollados en nuestra alma, aunque si sentimos como crecen a cada minuto no somos capaces o simplemente no queremos reprimirlos.

Todo esto me lleva a otra pregunta: ¿los sentimientos dominan nuestra razón o son dominados por la razón? Esta pregunta surgió en mi porque muchas veces he observado y he experimentado que los sentimientos que menos queremos sentir son los que más arraigados están en nuestro interior y que no importa lo mucho que nuestra mente nos diga que no debemos sentir, pues nuestros sentimientos se mantendrán iguales desde el primer momento hasta el final de nuestras vidas, porque cuando un sentimiento es real este nunca cambiará sin importar lo que ocurra.
Por eso es que a veces se puede decir que somos masoquistas, porque queremos mantener un sentimiento que no nos trae más que sufrimientos, aunque nuestra razón nos indique que eso no nos conviene y que merecemos algo mejor.

De lo cual se desprende otra pregunta que es: ¿para qué sentimos? Y la respuesta a la que llegue es que sentimos porque los sentimientos son los que le dan sentido a la vida, y es por lo mismo que cuando nos referimos a ellos nos referimos al corazón; porque el corazón es la fuente de nuestra vida física, mientras que los sentimientos son la fuente de la vida de nuestra alma.
Aunque en ocasiones los sentimientos no nos traen felicidad sino que sólo dolor y en momentos como esos es cuando debemos analizarnos para saber si vale la pena el sufrimiento del momento para alcanzar una felicidad futura. Los sentimientos nos hacen daño porque casi siempre no son recíprocos, lo cual nos provoca una inmensa tristeza, sin embargo esta puede superarse si descubrimos cuales son realmente nuestros sentimientos.
Y es en este punto donde se centra lo más importante de mi trabajo ¿cómo hacer para identificar nuestros sentimientos?

La respuesta a esto es que debemos analizarnos profundamente para descubrir que es lo que nos pasa cuando estamos con una determinada persona, y qué sentimos cuando no estamos con ella, si bien es cierto que a veces tenemos sentimientos encontrados, es decir, queremos y no queremos. Pero lo más importante es seguir lo que nuestro corazón nos dicta.
Es importante recordar también que no sólo existen sentimientos buenos o felices, sino que también existen sentimientos tristes y malos como el odio, la ira y el rencor. Y muchas veces confundimos los sentimientos de amor y cariño con sentimientos de odio y rencor, sin embargo estos sólo son el resultado del dolor que tal vez en ese momento tenemos. Pero este dolor nos puede ayudar a reconocer nuestros sentimientos, porque cuando estamos más relajados y pensamos bien las cosas nos damos cuenta que si la acción de alguien nos provoca tanto dolor es porque sentimos gran amor y cariño por esa persona, y esto nos lleva a aceptar nuestros sentimientos y salir de la confusión en la cual nos encontrábamos; aunque muchas veces no nos damos cuenta de nuestros sentimientos sino hasta que es demasiado tarde para hacer algo, y por ende, quedan guardados en nuestro interior.

Pero no debemos provocar en otros más confusión de la que ya tienen, porque he podido observar que muchas personas parecen disfrutar del dolor ajeno y parecen regocijarse al provocar grandes confusiones en los demás, sin embargo creo que a quienes hacen eso no se le debe tener odio ni desprecio, porque estos sólo dañaran nuestra alma, sino que se les debe tener lástima pues no sienten nada bueno por nadie y seguro es que algún día alguien les hará sentir lo mismo que lo que ellos hacen sentir a los demás, y cuando ese día suceda será muy difícil para ellos porque nunca aprendieron a reconocer sus sentimientos ni a aceptarlos; y es esta la única forma en que podemos fortalecer nuestra alma. Porque nuestra alma funciona como nuestros huesos, que donde más golpes recibe es allí donde más fuerte se hace.

En conclusión, para darnos cuenta de nuestros sentimientos lo único que tenemos que hacer es abrir bien los ojos, pero los ojos del alma, y dar rienda suelta a los sentimientos sin importar que los demás nos juzguen por ello.
Reconocer los sentimientos es, entonces, tener el valor de darlos a conocer a los demás, porque no debemos esperar que los demás sepan lo que queremos si nosotros no lo damos a conocer, pues los demás no son adivinos ni nada por el estilo y sólo captan lo que nosotros mostramos.

Vivir cada segundo como si fuera el último y hacer lo que nuestra alma nos dicta es la mejor forma de ser feliz.

Mi solución al problema de cómo reconocer los sentimientos es:
Prestar atención a las voz de nuestra alma y dejar que nuestros sentimientos fluyan libremente sin importar si son o no correspondidos o aceptados por quienes nos rodean.



2 comentarios:

Princesa Karen dijo...

Vaya que felicito a tu hermana, tiene una gran capacidad de analisis, seguro es una chica muy inteligente, motivala a que siga escribiendo porque si que tiene capacidad.

atte

Karen Murillo

ËM¥ £Ï dijo...

Dificil.. muy dificil plantearnos
este tema. Somos en sentimientos
la manifestacion de nuestras consecuencias,como tambien damos lo que recibimos. Estan en nuestro
interior desde que nacemos y fortalecidos son estos ultimos los
que rescato.
Milll cariñoss.